En el Hipódromo de San Isidro se hizo realidad el canto del Zorzal Criollo, cuando El Encinal superó a la yegua No Fear en una lucha palmo a palmo en los últimos 100 metros.
El Encinal, con la monta del jockey paraguayo Eduardo Ortega Pavón, ganó por una cabeza sobre la yegua No Fear el Gran Premio Carlos Pellegrini, una prueba de Grupo 1 sobre 2.400 metros de césped con un premio de 40.000.000 pesos que se corrió en el 13er. turno de la reunión especial en el Hipódromo de San Isidro.
El ganador, un hijo de Il Campione, pagó un dividendo de 14,25 por boleto y empleó un tiempo de 2m.25s.46/100 para las 24 cuadras de césped normal del recinto bonaerense.
Fiesta total en San Isidro con muchísimo público y con el cantor de tangos Guillermo Fernández, quien entonó el Himno Nacional Argentino antes que el público comenzara a vibrar con los caballos. Cuando se largó la carrera se terminaron todas las teorías desplegadas por los burreros en las gradas.
Happy Happy Day agarró la punta y así se vino hasta la entrada a la recta final, con paso firme y un pelotón dispuesto a dar pelea. Por atrás lo siguieron Touch The Stars, Full Keid, He´s A Rockstar y No Fear. De esta manera y con algunos cambios de posición vinieron llegando hasta los 600 metros final.
Cuando pisaron la recta, Happy Happy Day dijo basta y ese fue el momento en el que apareció con gran fuerza la yegua No Fear, de origen brasileño. Hija de Agnes Gold, No Fear enfiló hacia el disco con la decisión que le suele dar a los caballos el jockey Francisco Goncalves.
En los 450 metros finales, Treasure Island y El Encinal fueron a buscarla. Daba toda la sensación de que la puntera no podía perder. Pero las carreras se ganan solo en el disco, por lo que la definición estaba completamente abierta.
Treasure perdió algo de velocidad y en los 250 metros finales la carrera fue un mano a mano entre El Encinal y No Fear. Adrenalina pura en todo el hipódromo sanisidrense.
Los últimos 100 metros fueron de pura emoción: No Fear no se entregaba y El Encinal no se rendía. En el último salto, ahí donde mueren las palabras, El Encinal alcanzó a sacarle una cabeza de ventaja a No Fear. Una definición para el infarto.
Hubo bronca, alegría y distintos estados de ánimo en el hipódromo. Todos se acordaron de Carlos Gardel cuando cantaba “Por una cabeza”, uno de los tangos más conocido del Zorzal Criollo.
Esa cabeza fue a favor de El Encinal, gracias a la excelente monta del paraguayo Eduardo Ortega Pavón, quien en estos mano a mano no pierde casi nunca. Dolor y bronca por el lado del brasileño Francisco Goncalves, quien ya la tenía ganada a la carrera y se la birlaron en el último salto.
Tercero, a 2 cuerpos, entró Jazz Seiver. Los parciales fueron de 26s.01/100 para los 400 metros, de 50s.18/100 para los 800 metros, de 1m.14s.80/100 para los 1.200 metros, de 1m.38s.20/100 para los 1.600 metros y de 2m.01s.51/100 para los 2.000 metros.
El Encinal defiende los colores del stud Doña Pancha y alcanzó su tercer triunfo oficial sobre un total de nueve carreras.
“No lo había corrido nunca, pero el caballo me respondió siempre y por suerte ganamos sobre el final. Estoy contento porque hacía tiempo que no ganaba una carrera tan importante como el Carlos Pellegrini”, sostuvo un Ortega Pavón, muy feliz, en los camarines.
Un final dramático para una carrera de alto vuelo. La gente del stud Doña Pancha no paró de festejar. No sólo el triunfo sino también el dividendo de 14,25 por boleto. No todos los días se gana un Gran Premio Carlos Pellegrini y menos con ese dividendo tan generoso.
Por una Cabeza, tal cual cantaba Gardel, El Encinal pasó a la fama, consiguió un triunfo lleno de adrenalina y su futuro es más que bueno. Tiene tres años, es guapo y corre muy bien la larga distancia.
Fuente: Buenos Aires BA – Noticias de Buenos Aires / Deportes: Turf / San Isidro