La suspensión de las PASO puede ser un boomerang para Milei en la Provincia de Buenos Aires

Los libertarios ya no podrán aprovechar el voto útil anti-peronista que usó Cambiemos para ganar en el 2017 y 2021. El partido violeta necesitará un piso muy alto para triunfar en territorio bonaerense

La suspensión de las PASO a nivel nacional está cada vez más cerca. La Libertad Avanza quería directamente su eliminación.

Todavía resta su trámite en el Senado pero el oficialismo tendría los números para “freezar” el esquema de internas que ideó el kirchnerismo tras la derrota legislativa del 2009.

Hay un consenso de que las PASO no sirvieron para fortalecer los partidos políticos y generar una mayor transparencia en la compulsa interna de cada espacio. De hecho, existieron pocas internas “competitivas” desde el 2011.

Dos de ellas con resultados muy negativos. Por un lado, la de Aníbal Fernández contra Julián Domínguez en el 2015, y más recientemente la de Patricia Bullrich con Horacio Rodríguez Larreta.

Se suele señalar que las PASO sirvieron en general como “una encuesta”, pero en realidad hubo una utilización más profunda: direccionar el voto útil para derrotar al peronismo en las generales.

El kirchnerismo generó una herramienta que le jugó visiblemente en contra en varias elecciones. En el 2013, Martín Insaurralde y Sergio Massa habían tenido una compulsa apretada en las PASO, y luego el tigrense ganó cómodamente en las generales.

En el 2017 sucedió algo parecido. Esteban Bullrich y Cristina Kirchner tuvieron paridad en agosto, pero en octubre Cambiemos activó el voto útil anti-K para sellar la derrota de la ex presidenta.

En el 2021 Juntos por el Cambio también mejoró su performance entre las PASO y las generales. El peronismo, en cambio, no pudo crecer. Fue un patrón recurrente.

Nobleza obliga: en el 2023 sucedió un fenómeno diferente. El voto útil “anti” de las PASO a las generales se direccionaron contra Javier Milei. Fue una jugada exitosa: el libertario quedó planchado en el 30%, y Massa escaló al 37%.

El problema para Milei en este 2025 es que no podría apelar al voto anti-K si quiere ganar en la Provincia de Buenos Aires. Es un pleno. No hay una “segunda oportunidad” de crecer. Si, encima, el PRO y la UCR van por su cuenta, habrá votos no peronistas dispersos que el partido violeta no podrá recolectar. Deberá apelar, entonces, a tener un piso electoral muy alto, algo que suele calzarle mejor al peronismo en la historia de la Provincia de Buenos Aires.

Redacción
Francisco Angulo – La plata
Buenos Aires BA Agencia

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