Celeste Chucky Alaniz dejó el alma pero termino en la lona con un nocaut

La merlense se quedó con las ganas de hacer historia en el boxeo argentino. Podía ser la primera representante nacional en unificar las cuatro coronas, pero el poderío de la estadonidense fue demasiado, y la liquidó en el 7mo round.

Celeste Chucky Alaniz lo dejó todo pero no le alcanzó para ganarle a una boxeadora que era más joven, más alta y más rápida que ella, la local Gabriela Fundora, que la vención con un nocaut técnico en el séptimo asalto de un combate celebrado en el hotel Virgin de Las Vegas para unificar los títulos de la división mosca.

La boxeadora argentina de 28 años, fanática de Boca, que se destaca por subir al ring con los colores del club de La Ribera, ponía en juego los tres cinturones que posee desde hace seis meses, el de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Del otro lado estaba Fundora, la invicta monarca de la Federación Internacional de Boxeo que a sus 22 años ya había expuesto dos veces su título y partía como favorita. La hermana menor de Sebastián Fundora, el campeón superwélter del CMB y la OMB, mide 1,75 metros de altura, 15 centímetros más que la Chucky, diferencia que resultó clave dentro del cuadrilátero.

Las tarjetas de los jueces fue mucho más piadosa de lo que se observó round tras round a través de la transmisión por TV. Fundora lucía segura y dominante, trabajando con paciencia sobre el ímpetu de la Chucky, que sabía que tenía que esforzarse un poco más para mostrar sus quilates como visitante.

Ese duelo de intenciones quedó claro en el séptimo round, el capítulo que terminó siendo el que definió la historia a favor de Fundora, cuando Alaniz cayó dos veces a la lona, la segunda con el árbitro decretando el final de la batalla.

Faltaban 52 segundos para la campana y la Chucky perdió el equilibrio tras un recto de Fundora, veloz en las combinaciones y metódica en el balanceo de las piernas. Se levantó sonriente la nacida en Merlo, como si esa caída fuera producto de algo ajeno a los puños de su contrincante. Recibió la cuenta y volvió a la pelea pero cinco segundos después recibió otro guantazo de zurda sobre la mandíbula que la mandó de boca a la lona.

“Sweet Poison” o “Dulce Veneno”, como le llaman a Fundora, se convirtió en la tercera campeona indiscutida que tiene el boxeo en estos días, sumándose a la irlandesa Katie Taylor, en la división superligero, y la estadounidense Alycia Baumgardner, en la categoría superpluma. A ellas se le podría agregar la también estadounidense Seniesa Estrada, que reinaba en el peso mínimo, pero la semana pasada anunció su retiro.

La Chucky, encambio, se anota en la lista de boxeadores argentinos que intentaron unificar las coronas y ser campeones indiscutidos pero quedaron en el camino.

Redacción: Buenos Aires BA / www.buenosairesba.com.ar

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