Hospital Italiano de Buenos Aires: 1600 trasplantes hepáticos

La institución es pionera y líder en el país, habiendo concretado en 1988 la primera intervención de este tipo en Argentina. Además, ya se capacitan para implementar la cirugía robótica.

Con mucho entusiasmo y optimismo, el equipo multidisciplinario de la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Italiano anunció que llevó a cabo el trasplante de hígado número 1600.

Más allá de la importancia del número, es la concreción de más de 35 años de trabajo, investigación científica, abordaje multidisciplinario, entre otras cosas, que se inició en 1988 cuando se realizó el primer trasplante hepático del país en un adulto, continuó en 1992 con el primer trasplante de hígado a una menor de 2 años con donante vivo y que a lo largo de todos estos años también marcó grandes acontecimientos en la historia de la salud argentina.

En la actualidad, en la Unidad de Trasplante Hepático del HIBA se llevan a cabo trasplantes de hígado a pacientes pediátricos y adultos con donante vivo o cadavérico, también se implementa la posibilidad de trasplante hepático en enfermedades oncológicas para un sector seleccionado de la población que tiene diagnóstico de cáncer de hígado.

Y en lo que respecta al donante vivo se le realiza una cirugía mediante un abordaje mini invasivo laparoscópico que representa grandes ventajas: menor dolor, mejores resultados cosméticos y una reinserción rápida a las actividades cotidianas.

Es por eso que es un referente de salud a nivel nacional y también internacional ya que recibe a pacientes de la región que llegan porque están carentes de ciertas posibilidades en su país.

El doctor Juan Pekolj, jefe de la Unidad de Trasplante Hepático, manifestó que “para nosotros este acontecimiento es más que un número, es la posibilidad de acercar una segunda oportunidad de vida a pacientes que encuentran en el trasplante hepático la oportunidad de vivir mejor”.

“Hoy celebramos 1600 historias de vida pero seguiremos trabajando por muchas más historias. Siempre vamos por más y es por eso que ya nos estamos capacitando y perfeccionando para implementar en un futuro cercano otra técnica mini invasiva como importantes ventajas como es la cirugía robótica”, completó.

Está comprobado que la técnica del trasplante hepático mejora la calidad de vida, tanto física como psicológica de la persona que lo recibe. Marca una gran diferencia en la sobrevida pos trasplante, los pacientes viven mejor: aumentan su independencia, fortalecen su autonomía, permite la reinserción laboral, se logran habilidades deportivas, se disfruta de la vida social, entre otras cosas. Pero fundamentalmente hay un gran diferencial y es que logra una sustancial caída en la mortalidad, sobretodo en pacientes pediátricos de corta edad.

Es importante recordar que todo esto es posible gracias al acto inconmensurable de donantes y familias que con su generosidad, amor y esperanza decidan darle una nueva oportunidad de vida a otra persona.

Redacción: Buenos Aires BA / AN
Noticias de Buenos Aires

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